23 de marzo de 2012

Salido del horno

Acabo de llegar a casa y acabo de escribir esto:

Busco la adolescencia
si te encuentro en la calle,
si me llevas
de ciudad en ciudad,
si me buscas de lejos,
si consigues ver
en esta absurda belleza
de juguete roto
una historia repetible
de esas que recuerdas
cuando sonries.

Y aunque el fango
me llegue a los tobillos
y caiga de rodillas
cien veces antes
de haberte conocido,
la ilusion de la caza
y tu sonrisa de dandy
ya me sacan del abismo.

19 de marzo de 2012

ESPERA

Últimamente leo poesía en el metro. Hoy quizás estaba afincada en un humor que me ha hecho sensible a este poema. Quizás no fuera hoy, quizás es habitual. Pero me ha llegado hondo, y me ha entrado esa sensación de "eso debería haberlo escrito yo". Tarde. Pero la dicha es buena, aquí os lo dejo. ESPERA de Oliverio Girondo:

Esperaba, 
esperaba
y todavía 
y siempre
esperando,
esperando
con todas las arterias,
con el sacro,
el cansancio,
la esperanza,
la médula;
distendido,
exaltado,
apurando la espera,
por vocación,
por vicio,
sin desmayo,
ni tregua.


¿Para que extenuarme en alumbrar recuerdos
que son pura ceniza?
Por muy lejos que mire:
la espera ya es conmigo,
y yo estoy a la espera...
escuchando sus ecos,
asomado al paisaje de sus falsas ventanas,
descendiendo sus huecas escaleras de herrumbre,
ante sus chimeneas,
sus muros desolados,
sus rítmicas goteras,
esperando, 
esperando, 
entregado a esa espera
interminable,
absurda,
voraz,
desesperada.


Sólo yo...
¡Sí!
Yo sólo
sé hasta dónde he esperado, 
qué ráfagas de espera arrasaron mis nervios;
con qué ardor, 
y qué fiebre
esperé
esperaba, 
cada vez con más ansias
de esperar y de espera.


¡Ah! el hartazgo y el hambre de seguir esperando,
de no apartar un gesto de esa espera insaciable,
de vivirla en mis venas,
y respirar en ella
la realidad,
el sueño, 
el olvido,
el recuerdo;
sin importarme nada,
no saber qué esperaba:
¡siempre haberlo ignorado!;
cada vez más resuelto a prolongar la espera,
y a esperar,
y esperar,
y seguir esperando
con tal de no acercarme 
a la aridez inerte,
a la desesperanza
de no esperar ya nada;
de no poder, siquiera,
continuar esperando.

7 de marzo de 2012

Corre, corre

De repente, hasta el ocio es presion y prisas y tension y constancia y subimos el nivel.

Y yo sigo sin tener pan bimbo en casa.