Después de una semana intentando camelarme a españoles stuttgarters para llevármelos al 15 O aquí en Stuttgart, el jueves amanezco con ese día tonto de los resfriados. Ese día, ese momento en el que realmente no pasa nada, pero estás acojonado por lo que sabes que viene detrás. El viernes se confirma, y por la tarde tienes fiebre, y tienes frío, y no sabes qué cocinar. Vives echándole huevos a eso de levantarte y cocinar. Y llegas al 15 O entre mocos y papel higiénico en pequeñas dosis. Mierda mierda mierda.
Una mujer en pijama, con doble camiseta, sin peinar, un rollo de papel higiénico encima de la mesa, un tabaco que se está proponiendo no tocar, se conecta al facebook. He aquí el milagro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario